Nuestro alumnado de 3º y 4º ha disfrutado este trimestre de un espectacular crucero por el mediterráneo. Sus compañeros de 1º y 2º han tenido la oportunidad de pasar 4 días en Valencia.
Organizarlo no es fácil, que se lo digan a Rafael Valles, profe de lengua y literatura y coordinador de actividades extraescolares. Tampoco es despreciable el esfuerzo que hace el claustro entero para ajustar sus programaciones a estas actividades, pero entendemos que es una parte indispensable de la experiencia académica.
El viaje de estudios es una herramienta educativa más.
¿ Y esto para que me va a servir a mí maestro? Todos hemos escuchado esta pregunta por
parte de nuestro alumnado dentro de nuestras aulas. Pues bien, el viaje de estudios presenta
el marco socio-cultural perfecto para responder de la manera más práctica y directa a esta
eterna pregunta.
Además de ser un tiempo de diversión y desconexión con las aulas, este viaje ayuda al
alumnado a abrir su mente al entrar en contacto directo con otras culturas, otras formas de
vivir, otras formas de comer ,etc. Les obliga a practicar idiomas si quieren comunicarse y
conseguir cosas tan básicas como alimentarse u orientarse para ir al aseo… Utilizan sus
matemáticas al tener que gestionar su propia economía durante 8 días… Observan el contraste y diversidad musical de otros países…
Abrazan directamente el arte y la arquitectura en vivo, pudiendo casi oler lo que siempre han visto a través del papel o la pantalla…
Reviven y rememoran batallas históricas que solo habían imaginado a través de las palabras de su profesor de historia…
En resumen, el viaje de estudios es sin duda y por encima de todo un tiempo para que el
alumnado disfrute de sus compañeros y profesores alejados de las tan a menudo
claustrofóbicas paredes del aula, pero de manera transversal podemos observar que sin duda
es una herramienta educativa fantástica que exuda por todos sus poros contenido didáctico y
curricular.
alumnado disfrute de sus compañeros y profesores alejados de las tan a menudo
claustrofóbicas paredes del aula, pero de manera transversal podemos observar que sin duda
es una herramienta educativa fantástica que exuda por todos sus poros contenido didáctico y
curricular.
Y no sólo eso, es también una vía de participación, coordinación y cooperación de las familias con el centro educativo pues son muchas las reuniones y actividades llevadas a cabo para costear el viaje. Otra manera diferente de fomentar la motivación por el aprendizaje y comprobar de primera mano que cada esfuerzo tiene su recompensa.
Sin duda ha sido una experiencia inolvidable para ellos y así la han descrito en nuestra revista digital
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